En aquellos momentos éramos unos apestados, sacábamos nuestro pequeñito SmartPhone y sólo había risas, que era esa cosilla desconocida al lado de los todopoderosos iPhone o BlackBerry. Iba lenta, con cuelgues, sin apenas aplicaciones, y sobre todo sin glamour, sin presidentes de EEUU que la alabasen o sin famosos que apareciesen en fotos con una de ellas. Pero esperamos y esperamos y sufrimos y disfrutamos en el camino, y mira ahora por donde, ese pequeño telefonito como ha crecido, ya no es pequeño, ni lento, ni esta falto de aplicaciones, ahora tiene la pantalla más grande, tiene más RAM que nadie, vuelan como los Galaxys o los Sensation e incluso como demuestra la última adquisición del equipo de Return se ven en 3D como en los nuevos Optimus.
Pues nada, este simple discurso sirve de excusa para poner una foto con la estadística al estilo electoral de como esta en estos momentos repartidos los diferentes estados del país de Obama. Y como podéis ver ya nadie se ríe de los poseedores de un Android.
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